La iluminación puede jugar un papel esencial en nuestro hogar. Cada estancia tendrá sus luces necesarias y para ello habrá que estudiar la incidencia de la luz natural, para su máximo aprovechamiento. Sin duda, si quieres ahorrar con la iluminación de tu hogar, tendrás que optar por la tipología LED. En este artículo te contamos sus múltiples ventajas y cómo influirá en tu factura elegir una tarifa adecuada.

Sin una tarifa adecuada no hay ahorro

Uno de los factores que muchos consumidores pasan por alto es la importancia de elegir una tarifa que se adecue a sus características de consumo. Este hecho suele darse, entre otras cosas, por el desconocimiento del mercado energético. Existen dos opciones dentro de él, por un lado la tarifa PVPC del mercado regulado o el mercado libre con más variedades. En este enlace https://agua2013.es/tarifa-pvpc/con-discriminacion-horaria/ podrás conocer en qué consiste la tarifa PVPC con discriminación horaria o sin ella. Pero, resumidamente, se trata de una modalidad que cambia el precio del kWh cada hora.

Por otro lado, si acabas de mudarte a una nueva casa puede que tengas que dar de alta la luz por primera vez. Este trámite no es gratuito, no obstante, el precio por dar de alta la luz es el mismo sea cual sea la comercializadora que gestione la operación. Tiene otros factores que determinan ese importe, por ejemplo la localización geográfica del suministro y la potencia contratada serán claves en el precio de dar de alta la luz de cada hogar.

Ventajas de utilizar luces LED

Como ya te hemos dicho anteriormente, puedes jugar con la iluminación siempre y cuando optes por la opción LED, que ahorra mucha más energía que las bombillas tradicionales. A continuación te contamos las ventajas:

• Ahorro de energía: en concreto, las luces LED necesitan un 80% menos de energía que las tradicionales. Por lo que su uso, sin duda, supone una disminución en la factura eléctrica.
• Mayor vida útil: una bombilla tradicional funciona 2.000 horas mientras que una LED lo hace durante 50.000 horas.  Además, las LED no dejan de funcionar sino que su capacidad lumínica se reduce.
• No contaminan: estas bombillas protagonistas del artículo no contaminan porque su producen una pérdida mínima por calor y ahorrar energía. Esto quiere decir, que las emisiones de CO2 se reducen.
• Versatilidad: esta modalidad ya está disponible en muchos formatos para todas las estancias. Asimismo, otro de sus puntos fuertes es que soporta bajas temperaturas (hasta -40º), ideal para cámaras frigoríficas. 
• Son regulables: las luces LED ofrecen la posibilidad de implantar reguladores de intensidad, lo que también permite un mayor ahorro, porque es el consumidor quien escoge la capacidad lumínica necesaria.
• Encendido inmediato: a diferencia de los fluorescentes, las luces LED se encienden al instante. Además, de que su encendido y apagado no influye en su rendimiento.

Si quieres saber más sobre luces eficientes no te pierdas este artículo de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).

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Redacción papernest